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El día de mañana

textoalternativoEl medio que nos rodea es el herdado por nuestros antepasados a través de los siglos, y ahora nosotros somos los responsables de mantener un buen equilibrio en el planeta sin destrozar a la madre Naturaleza. El futuro del planeta cada vez está más negro por el descuido del hombre. La contaminación, el mal uso de los productos naturales, la contaminación, la tala masiva de árboles, la contaminación, caza furtiva de especies de animales, la contaminación...Y es que la contaminazión está acabando con la vida de la Tierra.

textoalternativo Películas como "El día de mañana" se clasifican como ciencia ficción cuando realmente reflejan un futuro que parece no tan lejano. Nuestro planeta se está calentando.

Los últimos 10 años han sido los más calurosos desde que se llevan registros y los científicos anuncian que en el futuro serán aún más calientes. La mayoría de los expertos están de acuerdo en que los humanos ejercen un impacto directo sobre este proceso de calentamiento, generalmente conocido como el "efecto invernadero".

El efecto invernadero es una condición natural de la atmósfera de la tierra. Algunos gases, tales como los vapores de agua, el dioxido de carbono (CO2) y el metano son llamados gases invernadero, pues ellos atrapan el calor del sol en las capas inferiores de la atmósfera. Sin ellos, nuestro planeta se congelaría y nada podría vivir en él.

textoalternativo A medida que el planeta se calienta, los cascos polares se derriten. Ademas el calor del sol cuando llega a los polos, es reflejado de nuevo hacia el espacio. Al derretirse los casquetes polares, menor será la cantidad de calor que se refleje, lo que hará que la tierra se caliente aún más. El calentamiento global también ocasionará que se evapore más agua de los océanos. El vapor de agua actua como un gas invernadero. Así pues, habrá un mayor calentamiento. Esto contribuye al llamado "efecto amplificador".

No es simplemente otro tema más de actualidad. Es, indiscutiblemente, el tema central. Existe un acuerdo muy amplio dentro de la comunidad científica internacional en que si no se realiza un cambio drástico del uso de energías fósiles al uso de energía limpia y renovable, estamos destinados a un futuro verdaderamente apocalíptico.

El Centro Hadley, un importante laboratorio de investigación climática en Gran Bretaña declaró recientemente que para el 2040 la mayoría de los bosques del mundo comenzarán a morir. La casi desaparición del hielo marino del Ártico. La capa es casi un 40% más delgada que hace 40 años. El cambio climático probablemente agravará la pobreza y el hambre por todo el mundo... la gente que depende mayoritariamente de la agricultura, ganadería, pesca o silvicultura verán sus recursos destruidos. Veremos olas de calor peores a las del verano pasado en Europa, que mató a 35.000 personas. Los huracanes, tornados y otras tormentas violentas serán más frecuentes y devastadoras. En mayo del 2003 hubo 562 tornados en EEUU, superando en 163 al anterior record mensual de 399 en 1992.

En total 36 países industrializados firmaron en diciembre de 1997 el Protocolo de Kioto, acuerdo internacional de protección al medio ambiente. El documento, que tomó nombre de la ciudad japonesa donde se rubricó, tenía como principal objetivo la reducción global de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) un 5,2% respecto a los niveles registrados en 1990. Controlar y restringir las emisiones de GEI es vital, ya que se acumulan en la atmósfera y favorecen que la radiación solar y el calor de la Tierra no se disipen hacia el espacio exterior, lo que ocasiona que aumente la temperatura global del planeta.

Apenas 10.000 palabras contienen el acuerdo institucional más importante en relación al cambio climático. El propósito es reducir la dependencia de la economía mundial del consumo de combustibles fósiles: petróleo, gas y carbón, cuyo impacto en el medio ambiente ha alterado el clima y, con ello, la biosfera y la biodiversidad. El Protocolo incluye seis gases: gas carbónico (CO2), metano, óxido nitroso, hidro-fluoro-carbonos, per-fluoro-carbonos, y hexafluoruro de sulfuro. El sentido realista marcó 1990 como año de punto de partida. Según la propuesta inicial de 1997, los países firmantes debían tomar como referencia sus emisiones en dicho año y lograr que en el plazo que va de 2008 a 2012 esas emisiones descendieran un 5,2% por debajo de las registradas en 1990. En la Cumbre de Bonn ese límite se ha fijado en un 1,8%, ya que de lo contrario se corría el riesgo de que el Protocolo no se ratificara.

Las emisiones de CO2 pueden ser menos nocivas si se toman medidas para eliminar el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno de los gases de combustión, lo que es técnicamente posible, en mayor o menor grado, para evitar las lluvias ácidas, pero el CO2 própiamente dicho no es posible almacenarlo ni eliminarlo más que con la reforestación de los espacios terrestres inútiles para otros usos. Sólo los vegetales son capaces de transformarlo por fotosíntesis, consumiendo energía que recibimos del Sol, a hidratos de carbono y celulosas, pero hay que hacer un balance energético global para cerciorarse de que las medidas adoptadas seran suficientes para reconvertir los miles de millones de toneladas de carbónico que estamos lanzando a la atmósfera.

2 comentarios

yoana -

hola,
he ojeado vuestro blog y está bastante trabajado. La información que hay es muy interesante y asequible para quien no controla mucho. Ahora os toca mantenerla actualizada, que no es poco.
Hasta pronto.

BASTARDA FERPECTO -

Ehhhhhh!!!!!!!!!ya he conseguido buscarla!!!!!! Un día con tiempo me dedicaré a leerla.
Muxu