Blogia
ECOBLOGIA

Y otro perrito piloto

Me he pasado mucho tiempo decidiendo como inaugurar esta sección que abarca todo tipo de animales, de mar, aire, tierra, e incluso el hombre estaría en esta última categoría. Pero lo que diferencia al hombre de los demás es su capacidad de pensar. Pues bien, tal vez tire por tierra uno de los pilares básicos de la vida, esto es, que el hombre piensa es relativo, o al menos lo hace cuando quiere. Pongamos un ejemplo.

Es Navidad, y Tania, la hija pequeña de los González está escribiendo la carta a Sus Majestades los Reyes de Oriente. En el escrito, la niña ya ha rellenado dos columnas y su madre se acerca y le dice que los Reyes Magos no podrán transportar todos esos regalos. Aquí el hombre piensa. La niña responde que Santa Claus puede ayudar a los de Oriente. Aquí el hombre también piensa. La madre responde a la niña que para evitar problemas subraye aquel regalo que más le gustaría tener. Y la niña procede subrayando el perrito. De nuevo, otro perrito más en otro hogar más. ¿Y qué sucede entonces? Pues el día seis de enero los Reyes ya han depositado el perrito, junto al árbol de navidad y los padres sonrien mientras la niña acaricia al animalito. Una bonita estampa navideña.

El ciclo de la vida del perrito de Navidad es corto. Tan sólo pasan seis días con su nueva familia cuando el padre y la madre discuten por sacarlo a la calle o porque rocky ha dejado el sofá lleno de pelos o tal vez porque el chucho ha hecho sus necesidades perentorias en el pasillo. Bueno no pasa nada se hacen turnos y ya está.

Claro la niña es muy pequeña para bajar sóla a la calle con su mascota. La niña no entra en el sorteo, pero tampoco puede lavar a rocky, ni darle de comer porque ella está en el colegio. Los padres se ponen de acuerdo en hacer todo al perrito mientras la niña lo acaricia y habla del can en la escuela. Pero que duro es bajar a la calle en dias de nieve o de incesante tempestad e incluso cuando el termómetro marca los cuarenta.

No ha dado ni tiempo para llegar al verano cuando papá le dice a la niña que rocky ha muerto de catarro. Bueno la niña parece que se lo cree y rocky pasea sólo por la calle. Y los padres de Tania intentan justificar delante de la familia y de sus allegados que Rocky se ha escapado (porque está mal visto abandonar a un perro). Bueno al final va a parecer que rocky ha ido a comprar tabaco y no ha vuelto. Pasan unos años, si todo va bien, y Rocky de ser un “sin techo” ha venido a buscarle la Policía. ¿Qué puede pensar un hombre cuando la Policía le detiene sin causa justificada? Ya, los perros no piensan, pero ¿sienten? La cuestión es que a Rocky se lo llevan a la cárcel y su familia no va estar ahí para llevarle la tortilla de patata.

Con un poco de suerte Rocky comerá todos los días, higiene cuando se acuerden de él y si pasados unos meses no pone buena cara cuando le visiten, le pasará lo que a Torquemada. Pero esto no acaba aquí. Mientras, Tania continúa con su vida, en Reyes sigue pidiendo un perrito. Si la niña se pone pesadita, los Reyes como son mágicos se lo traerán. Claro como el día seis de enero vea en su árbol de navidad otra mascota, ¿quién se va a acordar de rocky? Y luego de lazzy, de can…y pedirá, como en las tómbolas, otro, otro y otro.

En las próximas publicaciones les informaremos sobre los hábitos y características de los animales de compañía.

0 comentarios